La Madre de la Bestia (Amarilla)
El Misterio del Dr. Fu-Man-Chú (The Mystery of Dr. Fu-Manchú, 1913)
Autor: Sax Rohmer
Colección: Biblioteca Básica Universal n°142 y 143 (2 tomos)
Edita: Centro Editor de América Latina , Buenos Aires, 1981.
Pocas veces un párrafo describe tan concisamente el encanto que hace que un personaje quede en la conciencia popular como el siguiente:
“Imagínese usted a un sujeto alto, espigado y felino, de espalda ancha, con unas cejas como las de Shakespeare y la cara de Satán, cabeza totalmente rapada y ojos alargados, verdes y magnéticos como los de un gato. Atribúyale la más desalmada sagacidad de una raza oriental entera condensada en una colosal inteligencia, con la totalidad de los medios de la ciencia, pasada y actual; con todos los medios, si desea, de un poderoso gobierno que, no obstante, ha negado saber nada de él. ¡Imagine usted a una persona abyecta y temible, y se hará usted una imagen mental del doctor Fu-Manchú, el peligro amarillo personificado en una persona!”
El doctor Fu manchú, nacido en esta novela, puede no haber sido (como Jess Nevins explicara previamente aquí, aquí y aquí) el primer ejemplo del Pleigro Amarillo en aparecer en la literatura, pero sí fue el molde que terminaría convirtiéndose en su arquetipo. Y si esto fue así se debió a que Sax Rohmer le dio esa personalidad tan compleja e interesante. No es meramente un científico loco: es un intelectual superdotado. No es un asesino desalmado y sin escrúpulos: tiene su propio código de honor que respeta incluso cuando tiene a su merced a sus oponentes. No es un megalómano nihilista que quiere dominar el mundo: forma parte de una organización política y sus fines ultimos son ideológicos. Y sobre todo, tiene esa ubicuidad que lo hace omnipresente incluso cuando no tiene que ver directamente con la acción.
De hecho, la novela en sí parece componerse de varios escenarios con una estructura repetitiva:
1-Ocurre una muerte extraña y casi sobrenatural.
2-Aparece sir Denis nayland Smith , el super policía que se opone continuamente al doctor, quién sospecha que algo no está bien.
3-Sir Denis investiga y termina (él o sus ayudantes) en alguna trampa mortal y/o enfrentando a un peligroso asiático.
4-Tras escapar y desbaratar el plan, Nayland Smith explica lo que pasó. Siempre lo acontecido es parte de un plan más amplio pergeñado por Fu Manchú
Secundando a Nayland Smith está el doctor Petrie, su Watson personal, quien parece estar ahí para ser el cronista de la historia y ser el que tiene le interés amoroso con la misteriosa Karameneh,, la sirvienta involuntaria del doctor. Al final karameneh queda libre, el doctor Fu Manchú es neutralizado (que no capturado) y todo tiene final feliz.
Está claro que la novela es deudora del folletín de aventuras del siglo XIX y de la “dime novel”, donde las trampas, la acción y los escapes imposibles priman sobre la caracterización. Si a eso le sumamos la atmósfera misteriosa y exótica (uno de los puntos fuertes de Rohmer es la descripción de esas otredades extrañas escondidas bajo el suburbano y plácido Londres), hallamos la fórmula para atrapar al lector. Eso, más el magnético doctor y tenemos la clave del triunfo popular de la novela.
Dicho éxito obligó a Rohmer a seguir contando las historias del buen doctor, convirtiéndolo en la encarnación literaria del Peligro Amarillo. De allí en más, ningún villano asiático podría escapar a la comparación con Fu manchú. Y el propio doctor debió avanzar en su villanía para poder igualar el impacto de esta primer historia. Este libro es definitivamente la Madre de la Bestia (Amarilla).
Para finalizar, dos comentarios respecto a esta edición. Uno, la elección de la tapa es desconcertante. ¡Qué tiene que ver Magritte con Fu manchú? Dos, el estudio introductoria de Jorge Rivera, tiene algunas aristas interesantes, pero se equivoca en un punto clave: ubicar al doctor como un ícono de la década de 1930. Esta novela es veinte años anterior y, para los años treintas, Fu Manchú ya era un ícono. Cualquier análisis que desconozca eso, yerra de medio a medio , como pasa en este caso.
3 comentarios
Fabian -
roberto -
Comparto su opinion sobre el doctor:es un personaje fascinante que sobrevive al peor material que se te pueda ocurrir solo por su personalidad. y que la verosimilitud se vaya al carajo no debería ser un problema en le pulp, a menos que el relato sea aburrido. Y a Rohmer en general (hay excepciones) eso no le pasa...
Fabian -
Efectivamente su habilidad para evocar el misterio en esos ambientes suburbanos es realmente notable, uno se queda hipnotizado. Fu Manchu es el peligro amarillo, pero es mucho mas que eso. A veces pienso que recordar a Fu Manchu solo por eso es una injusticia. Cada vez que leia uno de sus libros, me quedaba esperando que apareciera el doctor, y cuando eso sucedia la tension del libro subia notablemente. Y tambien es interesante cuando no esta. Es cierto que Rohmer mucha veces sacrifica la verosimilitud en orden de lograr esa tension pero lo hace muy bien.